martes, 26 de septiembre de 2023

¡OJO CON EL RENIO!

  • Por Gastón Fernández Montero, Presidente de la Corporación Nanominería de Chile.

Gastón Fernández Montero, Presidente de la Corporación Nanominería de Chile.

El Renio, además de ser uno de los metales más raros de la tierra, para la generalidad de los chilenos sigue siendo un desconocido, a pesar de que el país es el mayor productor y tiene las mayores reservas del mundo.

De acuerdo con información de Cochilco, el principal productor de renio primario del mundo es Chile (50% aproximadamente), seguido por Estados Unidos y Polonia (16% cada uno aprox.).

El Renio, se caracteriza por su alta dureza, buena resistencia al calor, buen conductor de la electricidad y alto coeficiente de elasticidad. Tiene dos fuentes de obtención, la primaria que proviene del proceso metalúrgico, como subproducto del molibdeno; y la secundaria, del reciclaje.

Su extracción primaria procede de la tostación de la molibdenita que, a su vez, proviene de las minas de cobre, respecto de las cuales, Chile, también es el campeón mundial.

Tradicionalmente, el principal uso del Renio ha sido como aditivo para la elaboración de super aleaciones de níquel para la fabricación de los motores en la industria aeronáutica y para la catálisis en refinerías de petróleo.

Justamente, es la condición catalizadora del Renio la que nos provocará una sorpresa.

En efecto, sus características electrostáticas, costos y sustentabilidad, en comparación con los metales del grupo del platino, el Renio surge como el gran catalizador para producir el “hidrógeno verde”.

Si el hidrógeno verde -principal combustible del futuro-, en su proceso de producción no se cataliza con el Renio, hay que hacerlo con platino, cuyo precio es infinitamente superior.

Esta cualidad catalizadora del Renio lo elevó a la condición de “metal estratégico”.

De cara a la descarbonización y uso de energías renovables, Chile completa con el cobre, el litio y el renio, la canasta de metales estratégicos que ofrece al mercado mundial.

El Renio, se vende por kilos y la actual producción nacional se estima en 29.000 TM. El precio spot del renio fluctúa entre los 2.500-3.000 US$/Kg.

Desterrando la permisología inútil a través de la vía reglamentaria

  • Por Gastón Fernández Montero, Presidente de la Corporación Nanominería de Chile

Gastón Fernández Montero, Presidente de la Corporación Nanominería de Chile

Sobre la permisología inútil que está ahogando al país entrabando todo tipo de proyectos de inversión, existe plena conciencia. Lo que corresponde ahora es pasar de la “problemática” a la “solucionática”. Sugerimos para ello un camino alternativo al legal: el camino reglamentario.

El Ejecutivo, de acuerdo con la Constitución Política, tiene abierta su facultad reglamentaria, mediante la cual hace expedita y eficiente la aplicación de las leyes.

Usando esa facultad el Ejecutivo, a través de los diferentes Ministerios, puede terminar con las ambigüedades que se puedan originar en la aplicación de una ley.

Muchos de los entrabamientos se originaron a raíz de la Ley N° 19.300 de 2012, que se dictó para proteger el medio ambiente. Para lograrlo, se estableció una copiosa normativa ambiental que, en algunos casos, por incluir la protección de ciertos bienes y valores, ha originado entrabamientos innecesarios. Por ejemplo, a partir de la citada ley, en los estudios de impacto ambiental hubo de incluir lo “arqueológico” y lo paleontológico”.  Para ello, se aplicaron las normas que sobre el particular establecía la Ley N° 17.288 de 1970, sobre Monumentos Nacionales.

De ahí en adelante en los estudios de impacto ambiental se incluyeron los bienes arqueológicos y paleontológicos protegidos.

La Ley N° 19.300, hizo intervenir en el proceso al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), organismo técnico responsable de dichos bienes, actualmente dependiente del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

El CMN aplicó el Título V de la Ley de Monumentos que trata: “ De los Monumentos Arqueológicos, de las Excavaciones e Investigaciones Científicas correspondientes”. Este Título contiene el Artículo 21° que dispone; “Por el solo ministerio de la ley, son Monumentos Arqueológicos de propiedad del Estado los lugares, ruinas, yacimientos y piezas antropo-arqueológicas que existan sobre o bajo la superficie del territorio nacional. Para los efectos de la presente ley, quedan comprendidas también las piezas paleontológicas y de los lugares donde se hallaren”.

La norma anterior es la que se ha estado aplicando a los estudios de impacto ambiental.

Lo paleontológico nunca se ha reglamentado; y lo arqueológico tampoco. En esto último, solo muy someramente, sobre permisos, sin que se haya definido un límite temporal objetivo para los Monumentos Arqueológicos. De ahí surgen ambigüedades como ¿qué se considera arqueológico? ¿Qué antigüedad se considera? En lo paleontológico, sin definir ¿Cuál es la superficie donde se halle la pieza?

Como puede apreciarse, lo arqueológico y lo paleontológico, sin reglamentación, se mantiene en la más completa ambigüedad hasta ahora, lo que ha provocado la paralización de más de un proyecto.

Por tanto, el Ejecutivo ejerciendo a través de los distintos Ministerios la facultad reglamentaria que le corresponde, podrá destrabar y anular numerosos trámites inútiles, evitando cualquier tipo de discrecionalidad.



Hidrógeno Verde y su aplicación a la 

Minería y Metalurgia

  • Por Gastón Fernández Montero, Presidente de la Corporación Nanominería de Chile

Gastón Fernández Montero, Presidente de la Corporación Nanominería de Chile

La minería chilena, que ocupa un liderazgo mundial en diferentes aspectos, está recibiendo un nuevo componente que provocará, sin duda alguna, trascendentales cambios.

Se trata del hidrógeno. Es el primer elemento de la tabla periódica, masa atómica 1,007 y símbolo H, es un gas insípido, incoloro, inodoro y muy reactivo que se halla en todos los componentes de la materia viva y en muchos minerales, siendo el elemento más abundante en el universo.  En condiciones normales se encuentra en estado gaseoso Fundamentalmente es un componente del agua (H2O).

El visionario Julio Verne, hace más de 148 años, nos habló del Hidrógeno, en su novela “La Isla Misteriosa” (1875): ¿qué se va a quemar en lugar de carbón ?: Agua.

“El agua descompuesta en sus elementos por la electricidad, se empleará algún día como combustible,” anunciaba, aludiendo a lo que hoy conocemos como hidrógeno verde.

Aún no hemos conseguido convertir en realidad esa premonición, los combustibles fósiles siguen formando parte de nuestra vida diaria y en nuestro país soportamos la pesada carga importando y quemando, anualmente, US$21.958 millones de dólares en combustibles fósiles importados. Eso fue lo que sucedió en el año 2022.

Como elemento químico, el hidrógeno se utiliza como materia prima para fabricar amoniaco y fertilizantes.

Precisamente, el hidrógeno, como componente del amoniaco, le jugó una mala pasada al país a principios del siglo XX, cuando el mundo se conmovió por la Primera Guerra Mundial. A raíz de ella, se obligó a Chile a suspender los embarques de salitre a Alemania. La reacción no se dejó esperar, y dos distinguidos científicos de ese país, Fritz Haber y Carl Bosch, descubrieron el salitre sintético.

Mucho podríamos seguir hablando del hidrógeno, de cómo se obtiene, los diferentes tipos que existen, de sus usos y características etc., etc., pero debemos circunscribirnos para este análisis a sólo al hidrógeno verde (HV) o también conocido como hidrógeno renovable, es decir, aquel producido a partir de fuentes de energías renovables y con bajas (o nulas) emisiones contaminantes asociadas.

El principal método industrial para producirlo es por medio de la electrólisis del agua en un dispositivo electroquímico denominado electrolizador.

Gobiernos e Instituciones de todo el mundo se están comprometiendo a alcanzar la neutralidad en emisiones en el menor tiempo posible.

En ese contexto, el H2V se perfila como un gran aliado para poder lograr esa meta, sobre todo, teniendo en cuenta el acuciante empuje que origina el cambio climático.

Volviendo a este elemento químico y vector energético- el más abundante en el universo, debemos decir que no se encuentra puro en la naturaleza, por lo tanto, se tiene que generar a partir de diferentes fuentes (convencionales y no convencionales) y métodos, cuyo impacto ambiental dependerá del tipo de fuente. Destacamos que es ligero, almacenable, denso en energía y no genera en sí emisiones directas de contaminantes.

Pero no todo el hidrógeno es sostenible, por eso nos referiremos al que nos interesa, al que está haciendo la revolución energética al hidrógeno verde, un combustible limpio, 100% renovable, capaz de sustituir a los combustibles fósiles en aquellos sectores difíciles de descarbonizar.

En el sector minero y metalúrgico nacional se ha iniciado su incursión paulatina.   Para ello se ha ido avanzando en lo normativo a través de dos organismos públicos: el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).

El Sernageomin, mediante el Decreto Supremo N° 132 de 2002, del Ministerio de Minería, que fija el texto refundido y sistematizado del Reglamento de Seguridad Minera, establece el marco regulatorio general al que deben someterse las faenas de la industria extractiva minera nacional. Este cuerpo jurídico no contempló al hidrógeno entre los combustibles regulados. Para suplir lo cual, en esta etapa de prueba donde se está ganando experiencia que permita incorporarlo a la normativa permanente, puso en vigencia la “Guía de Implementación de Pilotos y Validación de Tecnologías que Utilizan Hidrógeno como Combustible en Minería”.

La SEC, por su parte, está actuando coordinadamente con el Sernageomin, en esta materia.

El área minero-metalúrgica nacional cuenta con la valiosa colaboración de un nuevo aliado que, ahora “vestido de verde”, contribuirá a superar la pesada carga de los combustibles fósiles que tan caros nos han costado.

La dolorosa mala pasada del salitre sintético hoy queda superada con el retorno de este vector energético que abre auspicioso horizonte, en un país deficitario en combustibles fósiles como el nuestro, pero privilegiado en energías renovables, tales como las solares y eólicas.

Para la minería verde chilena, ¡esta es una gran oportunidad!